Cuando me preguntan en que consiste mi trabajo, en ocasiones me ronda esta respuesta:

Vendo emociones divertidas y antistres.

En la cultura del comprar y vender, estamos más

acostumbrados a la venta de objetos tangibles, pero cada vez más la persona se está dando cuenta

que lo que nos llena plenamente y lo más duradero es un buen recuerdo, y si pasa por generarnos sensaciones

rompedoras,estas durarán mucho tiempo.

Por supuesto como todo es un equilibrio, a todos nos gusta tener un capricho de vez en cuando, solo te quiero

recordar que también el carpricho puede ser que te lo lleves puesto.

Te propongo este juego de memoria: Recuerdas el olor de la comida de tu madre o tu abuela, o tu padre?

Y esa anécdota donde te dió ese ataque de risa con un amigo/a, familiar, y lo recordais año tras año.

y aquellas palabras que alguien te dijo en un momento crucial de tu vida?.

Pues creo que todo es importante, pero lo que nos llena por dentro, lo es todavía más.

Seguro que te has sorprendido poder hablar en serio de las emociones divertidas… es tan importante que

está en lo que soñamos, queremos con ansia y en ocasiones no nos atrevemos a hacer.

Por eso te propongo pequeñas acciones que en ocasiones se realizan en Espaciorisa, otros allá donde tú estás,

o tu equipo de trabajo, familia etc….

Provoca una acción divertida: Sensaciones que te harán pasarlo en grande, con materiales cotidianos que a veces

los tomamos ya en serio por haber llegado a la edad adulta como cojines, periodicos, globos, etc….

También puede ser una idea que tú tienes en la cabeza, la organizamos juntos.

 

Hago este llamamiento: «Se buscan emprendedores, empresarios divertidos, felices, que quieran organizar, montar y ofrecer negocios diferentes, y sumar otro tipo de ocio y formación para equilibrar y diversificar el mercado laboral y empresarial.»

Soy un utópico, pero grácias a esa forma de mirar la vida, he realizado cosas que han salido de mi cabeza, y otras las he visto en otros lugares.

No te olvides de las cosas divertidas de la vida.

Francisco Carpena